1 de julio de 2009

MENSAJES DE CHINA (II)

Publicado en Pro y Contra en la columna MANGUARE

Se presentó en el hall del hotel: “Soy Wang Nan, Director del la División para América Latina, del Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista Chino”; el cargo sonaba rimbombante, sin duda era de enorme importancia, más en China, donde no existe separación entre el Partido y El Estado, ser dirigente del partido te da un prestigio y poder inimaginable en cualquier democracia occidental. Sin embargo el nombre del cargo, parecía ser contradicho por el personaje; era un hombre sencillo, me recordaba a esos viejos profesores llenos de mística y como lo demostraría en los próximos días.

Era en realidad era un maestro, un sabio, profundo conocedor de América Latina y del Perú, así como del pensamiento político de esta parte del hemisferio: “Les voy ha acompañar los próximos diez días, hoy salimos a Hothhot”, nos dijo. Hothhot, es la capital de Mongolia Interior, una de las cinco regiones autónomas de la República Popular China, conformada por la minoría étnica de los mongoles. Con el proceso de modernización y apertura, iniciada a fines de la década del 70, china alcanzó un crecimiento económico sorprendente, sobre todo en las zonas costeras con tasas de crecimiento superiores al 14%. En el interior del país el crecimiento es más moderado, “podríamos decir que Mongolia tiene un desarrollo intermedio”, afirma Wang Nan. “¿Intermedio? Será como Arequipa o Trujillo” pensé.

El vuelo desde Pekín duró 2 horas. El aeropuerto es más pequeño que el “Jorge Chávez”, pero muy superior a cualquier aeropuerto del interior del Perú, moderno, diez salas VIP con todos los lujos y comodidades inimaginables. “Como los chinos están interesados en traer inversiones y dar buena imagen ante el mundo, quieren impresionar a los extranjeros desde el primer contacto y esto ocurre desde el aeropuerto”, comenté con el congresista Luis Wilson, integrante de la delegación del Partido Aprista que me honraron presidir.

Llegamos al Hotel Shangri-La, de inversionistas asiáticos, cinco estrellas, 54 pisos. Un hotel así, ni en Lima. No es simplemente la cara bonita del aeropuerto; una construcción de esas dimensiones sólo tiene explicación ahí donde hay pujanza económica, como lo comprobaríamos los días siguientes.
La hospitalidad del bravo pueblo mongol se puso de manifiesto inmediatamente; cena en la noche con el poderoso Presidente del Gobierno de la Región Autónoma, donde nos presentaron varios platos preparados en base a caracoles; desde algo muy parecido a nuestro conocido “congonpe” amazónico, hasta por lo menos diez especies más, cuyos nombres me son imposible recordar, empero sus sabores quedarán en mi memoria gustativa por siempre.

“Comida de emperadores” me susurra Wan Nag. El Presidente Regional, da las palabras de bienvenida, habla de la necesidad de unir a nuestros pueblos, de establecer vínculos comerciales, de la enorme admiración que siente por la milenaria civilización del Perú, y para sorpresa de todos, conoce el Perú. Está impresionado de las líneas de Nazca y me pregunta si ya descubrimos como se construyeron, porque la explicación que más le impresionó es la que atribuye su construcción a seres extraterrestres. Le explico que efectivamente en el Perú se desarrollaron civilizaciones milenarias y que lo hicieron hombres con avanzados conocimientos tecnológicos, y pensamiento abstracto, que desarrollaron la geometría, la ingeniería y la astronomía, lo que les permitió hacer obras impresionantes y que sin embargo nos gusta la idea de los extraterrestres, porque eso ayuda ha que nos visiten más turistas; el Presiente ríe. El Perú también tiene otras cosas, continúo, el Amazonas nace en el Perú, alberga la mayor biodiversidad del mundo, conocimientos ancestrales sobre la naturaleza, bosques, madera, petróleo; coincido en que una alianza ente nuestros pueblos, sería bueno para ambos, le invito a visitar Iquitos. ¡Salud! el brindis se repite…

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